No es definitivo...

Todavía no ha sido posible levantar la pavimentación central del arco para seguir la excavación en el interior. “Domani”, siempre mañana pueda que sea el día definitivo.
A la espera de comprender la funcionalidad de las estructuras escondidas bajo el pavimento, los trabajos se han centrado en los sondeos ya abiertos, ampliando las zonas excavadas. Con la ampliación intentamos buscar los límites exactos de la plataforma de las jambas del arco y la tipología de la cimentación.
Hemos empezado el análisis arquitectónico del edificio, con el objetivo de atribuir a hechos concretos las distintas improntas, rupturas, reparaciones. Se intuye un trabajo de gran interés debido al conocimiento que tenemos de las diferentes y curiosas ocupaciones del monumento. Es probable que en la piel del mármol permanezcan todavía los signos de los coches que rozaban las esquinas de los pedestales; los golpes de un depósito de madera; los encajes para las herramientas de una fábrica de “vermicelli” y los restos de humo; las incisiones con nombre y apellido de restauradores improvisados; algún corazón con el nombre de amantes extranjeros; las muchas firmas que atestiguan el abandono del arco; el trabajo de los picos y punteros de los canteros; y también las improntas medievales de la posesión de los Frangipane…
Menos mal que Fontana no escuchó a Sisto V … (contaremos la historia, si alguien lo pide).

Hay dos cosas importantes a destacar. Hemos conseguido evitar que se acumule el trabajo de laboratorio. La documentación arqueológica se lleva con gran orden y organización…No hay fragmentos de cerámica sin lavar (unicum). Nos ha venido bien el dolor de espalda de Jesus…

El jueves y el viernes terminaremos el levantamiento en 3D con la perspectiva de utilizar la nueva documentación gráfica para el estudio del arco.