Hemos alcanzado la mitad del tiempo previsto en la excavación arqueológica en el Arco de Jano, así que resumimos las actividades realizadas y los resultados obtenidos, acompañados de los objetivos futuros.
Como en la mayor parte de las excavaciones arqueológicas urbanas, los primeros días se han empleado para documentar los contextos contemporáneos relativos a la reciente ocupación del área (conducciones hidráulicas y eléctricas).
A pesar del espacio restringido para nuestra actuación, vinculado en un primer momento con las inmediaciones de los pilares NE y NO del edificio, se está interviniendo en un área de extensión suficiente para comprender la evolución histórica del espacio. En este sentido la excavación restituye una serie de elementos de gran interés que nos permiten registrar las actividades de destrucción y reparación de la parte superficial de las jambas y las sucesivas aportaciones de materiales, entre ellos fragmentos de decoración arquitectónica en mármol y un interesante fragmento epigráfico. La excavación en este sector, ha evidenciado la existencia de una plataforma de cimentación muy amplia, a muy escasa profundidad, en relación con el pedestal de las jambas.
La zona central entre los pilares del arco nos ha reservado los elementos arqueológicamente más importantes para la definición de las numerosas fases de ocupación del monumento. La presencia de estructuras que cerraban el acceso en el lado norte y la existencia de pavimentaciones de épocas anteriores representa el descubrimiento de las únicas actividades que han sobrevivido del cambio de uso del arco que se ha producido en otras épocas históricas. Estas actividades, eliminadas a partir de las restauraciones efectuadas en el siglo XIX, constituyen el único elemento histórico para reconstruir el aspecto del edificio en época medieval y moderna.
La observación de grabados antiguos recopilados en la fase de presentación de nuestro proyecto de investigación y otros rescatados en el primer paseo dominical a “Porta Portese” nos ofrece algunas indicaciones cronológicas (que estudiaremos con detenimiento) para la realización de estas estructuras.
Con estos resultados los objetivos futuros de la excavación se orientan a la ampliación del área de estudio en la zona central del arco y en los pilares al sur (a pesar del poco espacio a disposición), con la idea de comprender globalmente el proceso de ocupación indicado anteriormente y sus etapas, entre ellos la solución de la gran duda del recorrido de la cloaca máxima bajo el edificio.
Al inicio de la semana siguiente se prevé la finalización del nuevo levantamiento arquitectónico realizado con el Escaner 3D; una nueva fase integración de documentación histórica sobre el edificio, existente en los archivos de las Soprintendenza Arqueológica de Roma; la realización del análisis arquitectónico del arco.
En el ámbito de nuestras colaboraciones con las instituciones italianas hemos programado la inserción de nuevos estudiantes de la universidad de Roma 3 en el proceso de la excavación arqueológica.
Como en la mayor parte de las excavaciones arqueológicas urbanas, los primeros días se han empleado para documentar los contextos contemporáneos relativos a la reciente ocupación del área (conducciones hidráulicas y eléctricas).
A pesar del espacio restringido para nuestra actuación, vinculado en un primer momento con las inmediaciones de los pilares NE y NO del edificio, se está interviniendo en un área de extensión suficiente para comprender la evolución histórica del espacio. En este sentido la excavación restituye una serie de elementos de gran interés que nos permiten registrar las actividades de destrucción y reparación de la parte superficial de las jambas y las sucesivas aportaciones de materiales, entre ellos fragmentos de decoración arquitectónica en mármol y un interesante fragmento epigráfico. La excavación en este sector, ha evidenciado la existencia de una plataforma de cimentación muy amplia, a muy escasa profundidad, en relación con el pedestal de las jambas.
La zona central entre los pilares del arco nos ha reservado los elementos arqueológicamente más importantes para la definición de las numerosas fases de ocupación del monumento. La presencia de estructuras que cerraban el acceso en el lado norte y la existencia de pavimentaciones de épocas anteriores representa el descubrimiento de las únicas actividades que han sobrevivido del cambio de uso del arco que se ha producido en otras épocas históricas. Estas actividades, eliminadas a partir de las restauraciones efectuadas en el siglo XIX, constituyen el único elemento histórico para reconstruir el aspecto del edificio en época medieval y moderna.
La observación de grabados antiguos recopilados en la fase de presentación de nuestro proyecto de investigación y otros rescatados en el primer paseo dominical a “Porta Portese” nos ofrece algunas indicaciones cronológicas (que estudiaremos con detenimiento) para la realización de estas estructuras.
Con estos resultados los objetivos futuros de la excavación se orientan a la ampliación del área de estudio en la zona central del arco y en los pilares al sur (a pesar del poco espacio a disposición), con la idea de comprender globalmente el proceso de ocupación indicado anteriormente y sus etapas, entre ellos la solución de la gran duda del recorrido de la cloaca máxima bajo el edificio.
Al inicio de la semana siguiente se prevé la finalización del nuevo levantamiento arquitectónico realizado con el Escaner 3D; una nueva fase integración de documentación histórica sobre el edificio, existente en los archivos de las Soprintendenza Arqueológica de Roma; la realización del análisis arquitectónico del arco.
En el ámbito de nuestras colaboraciones con las instituciones italianas hemos programado la inserción de nuevos estudiantes de la universidad de Roma 3 en el proceso de la excavación arqueológica.
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